Anoche tuve un sueño. La verdad es eso no nada nuevo, siempre tengo sueños conmigo. Los guardo en una pequeña cajita que a ratos abro para evocar buenos momentos. Los sueños y los viajes siempre pueden serlo.
Los sueños son pequeños viajes, alegres o tristes, pero viajes al fin. Los viajes que creo en mis sueños tienen muchas cosas buenas: no se requiere de hacer maletas, ni pedir el taxi, no hay que conseguir mapas ni planos, tampoco hay que llevar dinero encima, ni preocuparse por comprar recuerditos a las hijas de los lugares que se conocen.
Podría decirse que los viajes de mis sueños son simples, sin embargo también son complejos. No hay maletas, nos obstante hay un ovillo de historias vividas, por vivir o aquellas que nunca se vivirán que son una carga pesada, llena de preguntas y de incertidumbres. No se pide taxi, pero tienes que hacerte cargo del derrotero de tu sueño. No llevas dinero, pero llevas como moneda de cambio tus culpas y traspiés en los bolsillos. No tienes que comprar recuerditos, pero cuando despiertas del sueño debes saber retribuir con una sonrisa a la distancia a quien corresponda por la maravilla del viaje.
voy y vengo entre versos y sueños
jugando a la poesía, buscando inútilmente un cuarteto
que no encuentro
solitaria, veo pasar los momentos
horas de luces
palabras que brotan del alma
ávida, indago, cazo
desde la superficie al fondo
la belleza…
con anhelo de infinito
ansiosa vuelvo y me estrello contra el espejo
me veo extranjera y aprisionada
definitivamente me empapo de tierra húmeda
cubro el cuerpo, gozo de lo primitivo
salvaje vuelvo
mujer y sigo
entre versos y sueños
Los sueños son pequeños viajes, alegres o tristes, pero viajes al fin. Los viajes que creo en mis sueños tienen muchas cosas buenas: no se requiere de hacer maletas, ni pedir el taxi, no hay que conseguir mapas ni planos, tampoco hay que llevar dinero encima, ni preocuparse por comprar recuerditos a las hijas de los lugares que se conocen.
Podría decirse que los viajes de mis sueños son simples, sin embargo también son complejos. No hay maletas, nos obstante hay un ovillo de historias vividas, por vivir o aquellas que nunca se vivirán que son una carga pesada, llena de preguntas y de incertidumbres. No se pide taxi, pero tienes que hacerte cargo del derrotero de tu sueño. No llevas dinero, pero llevas como moneda de cambio tus culpas y traspiés en los bolsillos. No tienes que comprar recuerditos, pero cuando despiertas del sueño debes saber retribuir con una sonrisa a la distancia a quien corresponda por la maravilla del viaje.
voy y vengo entre versos y sueños
jugando a la poesía, buscando inútilmente un cuarteto
que no encuentro
solitaria, veo pasar los momentos
horas de luces
palabras que brotan del alma
ávida, indago, cazo
desde la superficie al fondo
la belleza…
con anhelo de infinito
ansiosa vuelvo y me estrello contra el espejo
me veo extranjera y aprisionada
definitivamente me empapo de tierra húmeda
cubro el cuerpo, gozo de lo primitivo
salvaje vuelvo
mujer y sigo
entre versos y sueños
1 comentario:
La metáfora de los sueños como pequeños viajes me resulta fascinante... se me construye una imagen de un cuerpo que se desdobla, donde uno sigue durmiendo y el otro parte en un viaje incierto, desconocido.
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