>Un homenaje es como un rito, una suerte de distinción a esa personas que en su andar por la vida, en la compañía que nos ofrecen, a veces más cercana a veces más lejana, nos regalan grandes y sabias lecciones para aprender ser mejores personas, a ser más felices.
Ayer sentí nítidamente la necesidad de rendir mi propio y humilde homenaje a Emilia.
La Mili es una niña pequeña, pasó a primero básico, tiene los ojos más grandes y hermosos que se hayan visto y unas pestañas que le dan un escenario maravilloso a esa mirada suya.
Emilia llora de emoción cuando escucha “mira niñita” de Los Jaivas y desde pequeña le ha preguntado a su madre si la puede llevar a ver la luna brillando en el mar.
La Emilita aún no sabe andar en bicicleta, le da miedo, le cuesta. Emilia tiene algunos problemas de equilibrio que se traducen en que, algo tan sencillo para la mayoría de los niños y niñas como es andar en bicicleta, a ella le resulte cuesta arriba, pero lo intenta. Emilia es una niña persistente.
Ella es una niña simple, tierna y cariñosa. abierta, no juzga, no mira de reojo, siempre lo hace de frente, como dispuesta a todo, es arriesgada, hermosamente arriesgada.
Emilia aún no sabe leer pero tiene muchas ganas de aprender. Su deseo de Año Nuevo fue justamente ese: aprender a leer, lo escribió en un papel que guardo con mucho cuidado en su carterita celeste.
Esta niñita va de frente por la vida, pareciera que no le interesa sufrir, no esta en sus parámetros de análisis. Sus lágrimas así como llegan se van apresuradamente.
Ella confía siempre confía. Es entusiasta y optimista. Abraza y besa como los dioses, es melosa, pegajosa con un caramelo derretido.
Emilia es así a pesar de haber tenido una vida difícil a sus cortos años. Ella transita sus días entre el fonoaudiólogo, la psicopedagoga, el neurólogo, la terapeuta ocupacional, todos personajes que ya forman parte de su corta vida.
Un día a comienzos de octubre del 2003 Emilia tuvo un pequeño e inesperado viaje. Tuvo que bajarse por un momento en una estación de trenes y tuvo que optar por continuar su ruta inicial o tomar una distinta. Emilia tuvo un infarto cerebral. Se mantuvo por un par de días como dormidita, atenta, como esperando que el amor de sus padres, de su hermana y de sus abuelos y tíos la llamaran de vuelta, como se le hubiesen dicho Emilita, no te cambies de andén, sigue la ruta con nosotros, estamos aquí y te amamos y necesitamos profundamente.
Y parece que esta pequeña supo escuchar. Con fuerza y garra de niña y mujer decidió volver de donde estaba y retomar su ruta.
Emilia es mi hija menor y ayer cumplió 6 años. Vinieron todos y todas a saludarla. Ella estaba feliz. Ya avanzada la noche se durmió en mis brazos, chupándose el dedito, y acariciándome los pechos, estaba tan pegada a mí que estamos como fundidas.
Emilia se merece este pequeño y sencillo homenaje de su madre.
Vive pequeña
Olvida siempre aquello que te entristeció
Y siempre recuerda las cosas que te alegraron
Y a quienes permanecieron en tu vida
Espero que siempre tengas palabras amables cuando venga el frío
Una luna llena por las noches
Y que en tu viaje siempre exista una ventana posible
Continúa siempre riéndole a vida pequeña
Que en ella siempre estaremos quienes te amamos
7 comentarios:
Que bueno que Emilia optó por quedarse, por andar en el tren junto a todos los que la aman, que su alma una vez más quizo vivir la aventura de estar aquí ahora..Salud¡¡¡ por Emilia, que su ternura se expanda por los lugares magicos de la tierra para que su dulce canto se haga universal, saludos Michelle
Bienvenida a leer a leernos a encontar esa vibración oculta que une los corazones..Gracias Michelle
Claudia:
¿ cómo apareciste?, eres profesora, estudiaste en el Peda, la literatura que señalas tambien es de mi gusto, amas el Sur..yo tengo un vinculo muy fuerte con esas regiones aunque ahora (temporalmente) viva en el Norte.....y tienes a tu pequeña, tu angelito, a tu valiente angelito asi como yo tengo a mi propio angel, Andres con 25 años en el cuerpo, 7 en su mente y 100 en su sabiduria espiritual.
Un abrazo
te siento cercana
Muy sincero. Pero ten siempre presente y que lo mejor de esa personita es ideal para tomarlo de enseñanza. Los aultos simpre tienen cosas por aprender la inocencia perdida. Bonito perfil, por cierto, encontre tu blog siguiendo links :P Saludos!!
Más tarde, mucho después, cuando todo no sea más que un recuerdo para ella y una luna llena la acompañe, ojalá pueda leer este maravillo homenaje.
Feliz cumpleaños Emilia!!!
Querida Claudia, la verdad acabo de leer tu carta homenaje para tu hija Emilia y es realmente preciosa, estoy muy emocionado...
Yo tengo dos angelitos:
Fernandita Paz nació en 1996, pasó a saludar a papá y mamá y partió a las dos horas... como dice una canción por ahí "queridos padres, le pusisteis tanto amor que fui directo al cielo"...
María Fernanda nació un año después y verla crecer, jugar, aprender, hacer amigos día a día es nuestra máxima felicidad en nuestro propio viaje y en el suyo...
Un abrazo, Pablo.
Claudia: Ni siquiera sé quién eres ni cómo eres. Llegué a tu blog a través del mágico conjuro de las palabras "mira niñita" en la barra de Google.
Me asombra saber que amas y admiras profundamente a Emilia que, al igual que todos los niños, son ángeles que llegan a nuestra vida a llenarnos de luz, amor y sabiduría... algo que los adultos muchas veces hemos perdido. Te admiro por tu fuerza y tu entrega como madre, como mujer... ánimo... la vida siempre será bella para aquellos que sabemos descubrir en las cosas simples y aun en las terribles el amor.
Besos a Emilia de parte de Paulette, mi propio ángel que cada mañana al abrir sus ojos me llena de luz.
Alejandra
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